Este pasado sábado, para rememorar viejos encuentros y preparar el cuerpo para dentro de dos semanas, nos dispusimos de buena mañana a salir rumbo Begues sin ruta predefinida y con ganas de pedalear.
7 valientes partimos mientras lloviznaba desde Sant Boi a las 8:30. Nando, Rubens, Kike, Joaquin, Maku, Oscar y yo. Oscar el valiente, pues casi casi que estrenaba su bicicleta (era su segunda salida) no tardo ni 500metros en comprobar que si no sacas el pie de la cala y la rueda de la bici se resbala, el suelo puede llegar a estar muy duro.
Tras el lechugazo matutino
Sin graves consecuencias tras la caída de Oscar mas que un trozo de tripa colgando de su rodilla (tripa que mantuvimos en su cuerpo gracias a una tirita de Dora la Exploradora), cruzamos las montañas de Sant Boi y subiendo poco a poco y charlando, por el camí del Bori llegamos a Begues sin mas altercados y bastante descansados.
Foto de grupo antes de empezar la carretera de Begues
Allí en Begues nos esperaba Edu (también croquetaman), ya desayunado y tomándose el café (poco le faltaba para sacar al perro de paseo). Llegamos un poco mas tarde de lo acordado, seguro que mientras esperaba temió por unos instantes que subieramos en sillas de rueda propulsandonos con remos de kayak.
Tras desayunar y ya con el sol asomando entre las negras nubes, nos pusimos en marcha en dirección parque Natural del Garraf para subir hasta el Puig de les Agulles y disfrutar con su demoledora y última subida. Desde allí, bajamos por el GR hasta la esplanada de la creu desde donde habíamos empezado a subir. A medio camino, alguna caída y rotura de Fulcrum en la última bajada con partida de radio y voltereta mortal de playmobil.
Tras recomponernos y volviendo atrás sobre nuestros pasos, cruzamos Begues y nos dirigimos hacía La Penya del Moro.
Vistas desde La Penya del Moro
De nuevo en movimiento y tras la foto de rigor, volvimos a salir al Coll del Pi de les Tres Branques para poner rumbo al Collet de Can Riera para hacer la trialera que baja por uno de los laterales.
Desde allí, y pasando por el camino del tronco donde Rubens nos hizo un poco de trial, llegamos hasta las Casetas de Can Sala y la Ermita de Cervelló, desde donde bajamos por un estrecho y tranquilo camino de tierra llegando al pueblo de Cervelló. Desde allí, ya nos quedaba lo mas fácil que era bajar a Sant Vicenç dels Horts para tomar el camino del río y llegar a meta de nuevo en Sant Boi.
Un día completo de los que de vez en cuando vienen bien, sin prisas y con risas.
Álbum de fotos de la salida.
Datos técnico de la ruta y
mapa
Un saludo a todos.
Nos vemos el próximo Domingo en la
Transcorredor!!!
